Te queres matar, Eduardo Lopez, te queres matar...

Un grupo de hinchas de Newell's le hizo un escrache a López en Viamonte 1366. Un clima caliente.Pasadas las 19 horas, un grupo de unos 30 hinchas de Newell's apareció por sorpresa en la AFA y llegó hasta la misma puerta del edificio, donde hubo manotazos con el custodio del presidente de Barracas Central. ¿Por qué el escrache? Nada menos porque adentro se llevaba a cabo la reunión del Comité Ejecutivo, que tenía entre sus participantes a Eduardo López, el hombre que está en el poder del club rosarino desde hace 14 años. El grupo pidió elecciones libres e inundó las calles porteñas con banderas, bombos y pancartas. "López usupador, fuera de Newell's ya", decían los carteles.
No faltaron los cantitos con insultos hacia el presidente. "Newell's es una tiranía, queremos que haya democracia, las instalaciones dignas, las Inferiores fuertes, los ídolos que hoy están lejos del club por culpa de un dictador que no deja que los hinchas hablen por las urnas", explicó un hincha del movimiento Autoconvocados Buenos Aires. Al final, el dirigente se fue fuertemente custodiado: llegó hasta su AUDI gris y desapareció. Como souvenir, en Viamonte 1366 quedó pegado un afiche con la leyenda: Binner + López = Mafia. Y de fondo, una foto del Gobernador dándole la mano al presi de la Lepra".Sin embargo, los manifestantes no sólo se la tomaron con López sino que también empezaron a arrojar piedras contra las puertas de la AFA y agredieron a todos los que querían entrar, como Tapia y dos acompañantes, quien recibieron golpes, pero igualmente pudieron ingresar.
Se vivieron momentos de mucha tensión, al punto que el personal de seguridad de la AFA llamó por teléfono a la comisaría tercera para explicar la situación y solicitar el envío de efectivos para garantizar la seguridad. Por otra parte, justo en el momento que comenzaba la parte más violenta de la protesta, Nelly, la mujer de Julio Grondona, se retiraba de la AFA, por lo que debió ser acompañada por personal de seguridad de la casa.
Lo mismo ocurrió con el secretario general de la gobernación de Buenos Aires, José Scioli, quien también vio demorada su partida después de conversar con Grondona sobre el techado del estadio Ciudad de La Plata.